miércoles, 16 de noviembre de 2016

LA EDUCACIÓN EN EL FÚTBOL
(FÚTBOL BASE)

Perfiles de los Padres/Madres en la práctica deportiva

PADRES/MADRES ANTIDEPORTIVOS

El padre fanático: El progenitor se exalta si el árbitro pita en contra del equipo de su hijo o éste sufre una falta...Es aquel que busca la victoria de su hijo por encima de todas las cosas, no respeta las decisiones de los árbitro, utiliza vocabulario inapropiado (incluso contra su hijo), siempre está protestando y ve con buenos ojos las trampas, los engaños o la violencia si ello conlleva la victoria.



El padre deportivamente frustrado: Son padres que han querido destacar en un deporte y no lo han logrado. Son deportistas frustrados y trasladan su frustración a sus hijos. Suelen escoger para sus hijos la actividad en la que ellos han fracasado, sin tener en cuenta las preferencias de los niños/as, lo cual es claramente contraproducente, ya que esta actitud suele provocar rechazo e incluso odio hacia el deporte preferido del padre. Los regalos e incentivos giran entorno a ese deporte, e intervienen tiempo y dinero en formar al niño en una actividad que no siempre es de su agrado.

El padre entrenador: Este perfil de padre, busca en su hijo un deportista de élite. Como norma general obvia el placer del juego por el entrenamiento duro. Este tipo de entrenamiento provoca riesgos fisiológicos y psicológicos ya que ni el organismo ni la mente de un niño/a están preparados para un sobreentrenamiento. También este tipo de padres suelen desatender los consejos de los entrenadores, ya que piensan que todo lo saben.



El padre representante: La figura del manager llevada a la paternidad. En niños que presentan buenas cualidades físicas o deportivas, el padre ofrece "los derechos" deportivos de su hijo a un club o entidad deportiva. En definitiva, hacer negocio a cuenta del hijo. Incluso puede provocar un cambio de equipo del niño, sin tener en cuenta sus preferencias o su grupo de amigos, para fichar por un club que le promete dinero a medio o largo plazo.


El padre Indiferente: Se asocia a padres que le da igual que sus hijos practiquen deporte o no. Simplemente apuntan a los niños a un club deportivo para que pasen tiempo entretenidos mientras ellos realizan otras actividades. La finalidad del padre no es una formación integral y deportiva de su hijo, sino tener tiempo libre a consta de una actividad deportiva.

El padre Sobreprotector: Es el padre que prohíbe a su hijo realizar actividades físicas o deportivas porque son susceptibles de generar lesiones o golpes. Suelen preferir que su hijo juegue al fútbol en la videoconsola que en el propio campo. Y aunque está claro que hay que evitar riesgos en los deportes infantiles, con esta actitud inhiben el derecho fundamental del niño de jugar, de relacionarse y de crecer en un ambiente social, colectivo y grupal.



PADRES/MADRES DEPORTIVOS

El padre deportivo: fomenta la participación, apoyando la actividad física sin violencia, sin faltas de respeto y sin rencor. Padres conscientes de que la actividad física es una forma de interacción con compañeros y trabajo en equipo. En definitiva, padres que ponen los intereses del niño antes que los de ellos mismos, enseñando a sus hijos a ganar con humildad y a perder con deportividad y, además, a respetar las reglas. De esta manera estaremos ayudando a nuestros hijos acrecer sanos física y mentalmente.



     El deporte o la actividad física ha de ser practicada como un juego, de forma individual o en grupo, interaccionando con los compañeros y de un modo habitual. Desde que son bebés los padres pueden favorecer la actividad física, y una vez crecen y muestran interés por practicar deporte, han de ser ese tipo de padres que tratan de apoyarles y acompañarles en sus deportes, adquiriendo nuevos aprendizajes saludables y divertidos.


TRIÁNGULO DEPORTIVO: PADRES, ENTRENADOR Y DEPORTISTA


    En muchos clubes, aunque cada vez con menos frecuencia, muchos entrenadores consideran que los padres deben mantenerse al margen, lo más lejos posible del entorno deportivo de sus hijos. Esto es un grabísimo error, puesto que ellos son el primer espejo de sus hijos, sus modelos de conducta. Esto conlleva mucha responsabilidad puesto que los hijos copian lo que sus padres hacen, debiendo estos de comportarse de una manera ejemplar para facilitar el aprendizaje y la obtención de una serie de valores que van ligados al deporte. Para ello es necesario su colaboración su involucración y que el desarrollo de sus hijos se vea favorecido.
      La psicología deportiva afirma que para que haya colaboración mutua entre los padres y el entrenador es necesaria una buena comunicación, y esta se establecerá en las reuniones convocadas por el entrenador, coordinador o club. Es muy importante que los padres entiendan de manera correcta los términos colaboración e involucración, si favoreciendo el desarrollo deportivo y educativo de sus hijos y no perjudicando y dando mal ejemplo a los mismos.

     En estas reuniones, es muy importante que el entrenador tenga bien preparados los puntos y objetivos de las mismas. Se realizarán de 2 a 3 reuniones por temporada. Una al comenzar la pretemporada, otra en mitad de temporada y otra al final. La primera reunión cobra mucha importancia puesto que en ella se va a informar a los padres de aspectos generales; objetivos, normas, posibles dificultades, de como debe ser la relación padres-entrenador, la filosofía del entrenador en entrenamientos y partidos, etc. Es un paso muy importante para abrir una vía de comunicación permanente y evitar “malos rollos”. Podrán establecerse otras reuniones en el caso de que surja cualquier contra tiempo, problemas internos o por motivos extra-deportivos como pueden ser comidas del grupo en partidos lejos de casa o algo por el estilo.

     El entrenador debe dejar claro a los padres cuales son los objetivos del club en estas edades tempranas, para que entiendan perfectamente la finalidad de la práctica deportiva de sus hijos y dejándoles claro quien manda.

    OBJETIVO (FUTBOL BASE)


  1. El objetivo NO ES GANAR.
  2. Jugar. El principal motivo por el que su hijo/a practica fútbol es porque le gusta.
  3. Otros objetivos son el socializarse con otros chicos/as, aprender a trabajar en equipo, llevar un estilo de vida saludable.
IMPORTANTE: El fútbol tiene que ser escogido por el niño/a y no por sus padres, pues al parecer las primeras dificultades es más probable que abandonen.

 NORMAS

      PARA EL JUGADOR/A:
  1. Los valores en los que hay que pedir implicación a los jóvenes futbolistas son: Disciplina, puntualidad, respeto, compañerismo, esfuerzo, deportividad y compromiso.
  2. Colaboración en la colocación y recogida del material así como el respeto por el mismo.
  3. Es muy importante que los jugadores/as tengan buenos hábitos de higiene de su propio cuerpo, como dejar los vestuarios limpios y recogidos.
     PARA EL PADRE/MADRE:

      Algunos padres/madres desde la grada se convierten en entrenadores/as. Los padres no son entrenadores, ni pueden quitar autoridad al entrenador/a de su hijo/a. Nunca pueden desacreditar al entrenador/a, por que deben educar en el respeto si quieren que el fútbol sea una actividad verdaderamente educativa para sus hijos/as.
     Pero además conllevaría distracciones en el chico/a por no saber a quien atender si a los padres o al entrenador, confusión en la toma de decisiones, baja capacidad de concentración, en general rendimiento deportivo bajo y lo que es peor: no disfrutarían del fútbol.
    Los padres deben de ser elementos pacificadores no conflictivos. Muy importante inculcarles el respeto a los árbitros, que son la máxima autoridad en el campo y a los que sus hijos/as deben de respetar todas sus decisiones aun siendo estas erróneas. Es posible que los árbitros aún estén aprendiendo y lo normal es que se equivoquen. Los padres deben tener en cuenta que el respeto a la autoridad, al reglamento del fútbol y el superar adversidades les va servir a sus hijos/as en su vida diaria en la escuela y en un futuro en sus trabajos.

    “Si como padre o madre desea sumar”, se deberá tener en cuenta lo siguiente:

POR LO GENERAL:
  1. No de órdenes, no critique. Solo apóyele, anímele, gane o pierda, juegue bien o cometa errores. “Disfruta del viaje, y deja de preocuparte por la victoria y la derrota” Marr Biondi.
  2. Respete a todas las figuras que participan en la comunidad deportiva: entrenador, árbitros, otros técnicos, compañeros, adversarios y demás personal del campo…
IMPORTANTE: En estas edades inculcar el respeto es primordial.

EL DIA DEL PARTIDO:
  1. Debe de ser como una fiesta para la familia, a la que se va a disfrutar a pasarlo bien.
  1. No presionar al niño/a, sino dar ánimos y apoyo desde la grada independientemente del resultado, valorando su esfuerzo.
  1. Respetar a los rivales, a los entrenadores/as, a los padres del rival, evitar comentarios inapropiados.
  1. Las cuestiones técnicas y tácticas dejarlas en manos del entrenador/a.
  1. No criticar errores de los jugadores/as. Solamente dedicarse a animar y apoyar el equipo. Modifique su manera de animar. No se trata de corregir al niño, sino de reforzarlo.

DESPUÉS DEL PARTIDO:
  1. Los chicos/as tienen una autonomía autosuficiente con lo cual los padres esperarán fuera del vestuario, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Salvo alguna circunstancia especial.
  2. No realizar ningún tipo de crítica, ni a su entrenador, ni a sus compañeros ni a los árbitros. No inculque expectativas falsas a su chaval, como decirle que es un campeón, que es el mejor y que si se esfuerza podrá llegar donde quiera.
  1. No sacar lista de errores de su hijo, sino felicitarle por su esfuerzo, escucharle y apoyarle. Y recuerde que su hijo hace deporte para divertirse él, no para que lo haga usted.
  1. Animarles a que sigan entrenando y mejorando.
  1. Si se quiere comentar algo con el entrenador/a de algún detalle del partido esperar al primer entrenamiento de la semana para hablar con tranquilidad.









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